Sunshine Cleaning (Christine Jeffs, 2009)

SunshineCleaning

Desde que el cine independiente dejó de convertirse en una manera de hacer cine para convertirse en un género comercial más, un puñado de cintas han conseguido sobrepasar el éxito mediático esperado y convertirse en rompedoras de la taquilla, mientras que otras trataban de copiar su estilo e intentar sumarse al carro del éxito. Sunshine Cleaning es una de ellas, tomando incluso parte del nombre y la estética de otra conocida película de esas llamadas independientes.

El guión gira aquí en torno a la historia de dos hermanas que no encuentran su lugar en el mundo y que buscan distintas soluciones para encontrar un sentido que les haga entender el drama de sus vidas. La conjunción de esos caminos a través de la creación casual de una empresa conjunta que se dedica a limpiar escabrosas escenas de crímenes une a las dos hermanas y les propone una peculiar vía de escape.

Sunshine Cleaning pretende ser diferente y original, pero sus modelos son tan evidentes y su desarrollo es tan endeble que no puede separarse nunca de la sombra de aquellos a los que intenta equipararse. Se convierte, en suma, en una conjunción de tópicos sobre el cine de perdedores y sobre un supuesto optimismo que nace a través del patetismo de los personajes que no termina de casar del todo y que deja una sensación tan amarga que ni siquiera el forzado happy end es capaz de tranquilizar conciencias.

Finalmente, uno tiene la sensación de haber asistido a un plantel desaprovechado, con dos grandes actrices encarnando a las dos hermanas, y un Alan Arkin con una inusitada apatía en el solitario papel de padre junto con el nieto de rigor que aquí resulta más que nunca un absoluto pegote humorístico que chirría en cada innecesaria secuencia en la que aparece.

Atípica historia de superación personal y revisitación sobre las familias desestructuradas que, si bien entretiene y se deja disfrutar con fluidez, no supone ninguna novedad ni para el género, que mira al mundo comercial más que nunca, ni para el espectador.