Asfixia (Clark Gregg, 2008)

AsfixiaChoke

El acierto de la novela que convirtió a la infravalorada El club de la lucha en una obra maestra sirvió como detonante para tener siempre en el punto de mira cinematográfico a las novelas de Chuck Palahniuk.

La novela Asfixia, de carácter muy parecido a su anterior novela, ayudó a encumbrar al autor como el nuevo Alex Burguess para el cine (La naranja mecánica) y la actual crisis de guionistas en Hollywood hizo el resto.

El proyecto de Asfixia como película se aleja, sin embargo, de las intenciones que David Fincher tuvo en su día con una de sus obras maestras. El filme Asfixia no es más que un producto de videoclub con ínfulas de incorrección política que nunca consigue alcanzar.

La narración plana, el humor forzado, la nula puesta en escena, las interpretaciones detestables, la lamentable música, todo ayuda a conformar una impostura que se respira en la gran mayoría de sus escenas. Sólo la calidad literaria ayuda a mantener vivos algunos momentos, que brillan por sí mismos a pesar de la torpeza que les rodea.

Esos intentos de transgresión simpática de la película fracasan por todos los medios. No la comparemos con la cercanaEl club de la lucha, sino con la otra citada, La naranja mecánica, una película que va a cumplir los cuarenta años de edad y que resulta más transgresora, mucho más violenta en su contenido, en su imagen y en su mensaje a años luz de esta indeleble Asfixia.

Así pues sólo queda tomarse como un intento fallido de crítica social, de autoparodia irreflexiva sobre el sistema, de ingenua declaración humorística en contra de todo aquello que tenga que ver con capitalismo y de derrumbar con burla todos los planteamientos sociales posibles. Por supuesto, no faltan los finales trampa y las paranoias mentales, aderezadas con unos flashbacks recurrentes y torpes hasta el paroxismo.

El filón literario de un autor de éxito no resulta nunca suficiente para sostener una película, mucho menos con el potencial narrativo y la complejidad de una novela como ésta, en la que incluso la única actriz que parece mantener el tipo, Angelica Houston, parece estar deseando que termine.