Monstruos contra Alienígenas (Rob Letterman, Conrad Vernon, 2009)

Monstruos Alienigenas

Hace tiempo que en Hollywood se instauró la serie B dentro de las grandes superproducciones como uno de los pocos géneros de masas aún capaz de llenar las arcas de la industria.

 

La llegada del sistema 3D a las grandes salas, una más de las supuestas políticas anti-piratería para que acudir al cine siga resultando estimulante para el espectador medio, ha traído más que nunca a la actualidad este tipo de producciones.

 

La primera propuesta infantil de DreamWorks para este formato homenajea con descaro esas producciones de los años 50 con grandes monstruos y diseños muy primitivos, acción a raudales y argumentos disparatados. El espectáculo de masas sigue siendo, en definitiva, el mismo desde aquel entonces, y el homenaje nostálgico se vuelve alentador por momentos, en tanto que el tono de comedia y la brillantez en los diálogos aporta frescura a ese modelo de cine arcaico y en desuso.

 

Que nadie espere una película de animación por ordenador al uso de gran nivel a los que las majors nos han acostumbrado en los últimos tiempos. Se trata de una cinta con un marcado toque infantil, un argumento convencional y las ansias puras de entretener y arrancar carcajadas. Su falta de pretensión y su frescura constante ayudan a que transitar por su previsible historia resulte muy placentero.

 

No se trata solamente de un simple homenaje al cine de bajo presupuesto y grandes monstruos, se trata de una broma casi macabra: el contemplar cómo en tiempos de crisis la serie B se adueña de la industria del cine y, a falta de ninguna otra idea, se convierte en la mejor opción argumental para encontrar ideas frescas, divertidas y, aunque parezca lo contrario, originales.