Malograda producción mexicana acerca de las injustas situaciones perpetradas en las guerrillas del país y que llega a nuestro país dos años después de su estreno. ‘El Violín’ fracasa en su intento de denuncia global, sobre todo gracias a una torpe dirección y a la inexistencia de tempo cinematográfico. La película discurre de forma desesperante ante una asfixiante nadería en la que los personajes no evolucionan, la trama no interesa en absoluto y el único aliciente es el trabajo de fotografía, más encaminado a buscar instantáneas hermosas que a ilustrar adecuadamente la historia.
Ni la metáfora del violín ni algunos diálogos rescatables sirven para salvar a la película en su totalidad, que queda como un apunte más en su género, del que podemos sacar muy buenos filmes y al que no aporta ninguna novedad en ningún aspecto. Lamentable visión en blanco y negro de una historia trágica pero que no ha sabido buscar el drama en la historia ni el componente emocional con eficacia.