Tener un producto hollywoodiense que aúna los poco halagüeños conceptos de ‘remake’ y ‘blockbuster’ al mismo tiempo es una garantía para saber a lo que nos enfrentamos. El enésimo remake de película de terror japonesa, fórmula americana que evidencia ya claros síntomas de agotamiento, está planteado como un simple conducto de distracción sin buscar mayores pretensiones.
Como producto de entretenimiento, ‘The Eye’ cumple su función rayando siempre el terreno de lo previsible, en un género tan trillado y ofuscado como el terror. Algunas resoluciones de la parte final acercan la película más al lado del telefilme que de la genuina superproducción americana. Sólo consiguen salvarla ciertos momentos.
Cuidada estética, ayudada por la notable fotografía de Jeff Jur, es el principal punto fuerte de la película, que trata en todo momento de ofrecer un entramado visual que otorgue al propio relato la potencia de la que éste carece. Apoyada también en Jessica Alba, protagonista absoluta de la cinta que hace todo lo posible por realizar un trabajo creíble y respetable. La actriz sale bien parada de su reto interpretativo pero lo consigue más por su presencia estética ante la cámara que por su propia calidad actoral, de la que no obstante se aprecia una agradable evolución.
Combinando los fallidos clichés del género (golpes de efecto, ruido, el espectro sonoro como productor de suspense, dosis de sustos medidos a lo largo del metraje) con una cierta corrección formal, ‘The Eye’ navega entre aciertos y errores, siempre como película pequeña, diminuta, pero queda vencida finalmente cuando opta por una resolución tan fácil como desbordante en su propuesta de (exagerada) ficción.
Producto altamente entretenido, tiene como mayor virtud el mantener el interés a lo largo de la cinta (dado el lamentoso material de partida, es ya un logro encomiable) y digno trabajo actoral de la hermosa Jessica Alba, cuyo siguiente y esperado acierto será elegir mejor sus papeles. Crucemos los dedos.