Cuando Wes Anderson estrenaba Viaje a Darjeeling (2007), había llegado a la cúspide de una cierta manera de contar historias, allí donde incluso en relatos emocionales y puramente personales los objetos se terminaban imponiendo como protagonistas. Incapaz de escapar de aquel estilo y de dar un salto evolutivo, Anderson se refugió en el mundo animado […]