Durante el clímax de esta divertida, imposible comedia fantástica, una enorme criatura se apodera del protagonismo en el inmenso aquelarre que vertebra el tercer acto de la trama. Las reminiscencias con El día de la bestia (Álex de la Iglesia, 1995) son casi inmediatas. El realizador adora los relatos in crescendo y los finales explosivos, […]