El cine de Amenábar debió extraviarse en algún punto del camino. Quizás fuera tras el éxito de Mar Adentro (2004), cuando comprobó su talento para generar un mensaje que trascendiera a un público amplio. Una cierta capacidad dogmática, por así decirlo. De ese modo sus películas abandonaron aquella habilidad de los comienzos con la que […]