Sería evidente, y demasiado tentador, recurrir a películas como Malas tierras (Terrence Malick, 1973) o La carretera (John Hillcoat, 2009) para explicar de forma superficial un film como Faro, en el que un padre y su hija también emprenden una huida para salvar sus vidas, cuando en realidad está bebiendo de una tradición bien distinta. […]